La soledad en Chile se ha convertido en una preocupante epidemia social que afecta a personas de todas las edades y estratos. La cobertura de diversos medios ofrece una visión detallada de este fenómeno.

Muchos chilenos experimentan aislamiento y soledad en la vejez. Son habituales los testimonios de personas que a pesar de tener familia, señalan que la comunicación con sus hijos y nietos es escasa, donde apenas se limita a interacciones telefónicas o de aplicaciones de mensajería que poco manejan. La pérdida de amistades y la distancia emocional de muchos vecinos con sus propias familias, les sumergen en un aislamiento que aumenta e incluso les lleva a cuestionarse el salir de sus casas, pues al perder o no haber construido una red de apoyo, quedan solos y sin panoramas que les motiven.

La Encuesta Bicentenario de la Universidad Católica de 2023 revela que el 19% de los chilenos no tiene un amigo cercano, una cifra superior al 8% en Estados Unidos y que ya es considerada muy alta. Los jóvenes de 18 a 24 años son los que más se sienten solos, con un 22%, seguidos por los mayores de 55 años, con un 20%. Las mujeres, especialmente las de bajos ingresos, son más propensas a la soledad.

El sociólogo Eduardo Valenzuela señala que, a pesar de los avances en educación e ingresos per cápita, la convivencia y la confianza en Chile no han mejorado como se esperaba, lo que ha contribuido a la soledad.

La Organización Mundial de la Salud ha declarado la soledad como una epidemia, ya que puede aumentar el riesgo de muerte prematura en un 30%. El aislamiento social se asocia con problemas de salud mental y física, como ansiedad, demencia, depresión, tendencias suicidas y enfermedades cardíacas.

Hay muchas personas que mantienen contacto con sus familiares que han quedado más solos y además les involucran en sus actividades, incluso hay miles de voluntariados que se dedican a ello, pero la brecha es muy alta en Chile y prácticamente nadie lo está abordando. Sin ir más lejos, el reciente apagón de televisión analógica fue totalmente subestimado por las autoridades, tanto las que lo diseñaron, proyectaron y aprobaron, así como las actuales que no vieron venir el impacto de esta medida, que aumentó el aislamiento en aquellos que dependían de una televisión análoga para conectarse con la oferta informativa y de entretenimiento de la televisión abierta.

Las estadísticas adicionales muestran que más de medio millón de adultos mayores viven solos en Chile, y el 32% de ellos carece de amigos. Las mujeres han aumentado su percepción de soledad de un 22,9% en agosto de 2021 a un 26% en mayo de 2022.

En respuesta a esta epidemia de soledad, han surgido iniciativas como programas de atención domiciliaria para adultos mayores y proyectos comunitarios que buscan combatir el aislamiento y promover la inclusión social.

La soledad en Chile es un fenómeno complejo que afecta transversalmente a la población y sus causas son diversas. Entre ellas se encuentran el aislamiento y la exclusión social, donde muchas personas se sienten aisladas o excluidas por los demás. La falta de compañía y la ausencia de relaciones cercanas y de apoyo también son factores importantes. Los cambios demográficos, como el aumento en el número de adultos mayores que viven solos, influyen significativamente, ya que la soledad es más prevalente en este grupo etario, aunque no excluyente, pues la paradoja que se da con la estadística entre jóvenes de 18 a 24 muestra otro tipo de fenómenos, que podría estar relacionado con la era digital, que si bien permite la conexión e interacción masiva, no es necesariamente sinónimo de relaciones de calidad, por tanto las cifras les ubican como el grupo de personas que más se sienten solos.

Los factores culturales pueden influir en la forma en que los individuos interactúan y establecen conexiones sociales. Los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, pueden ser tanto una causa como una consecuencia de la soledad. Además, los efectos de la pandemia de COVID-19 y las restricciones sociales impuestas han exacerbado los sentimientos de soledad en muchas personas. Estas causas se entrelazan y pueden afectar a individuos de todas las edades y estratos sociales, lo que hace que la soledad sea un problema transversal en la sociedad chilena. Es crucial abordar estas causas con políticas y programas que promuevan la inclusión social y el bienestar emocional de la población.

Recomendaciones para Combatir la Soledad y Fomentar Conexiones Sociales

La soledad es un sentimiento común en todas las edades, pero existen estrategias para combatirla y fomentar conexiones significativas. Aquí presentamos algunas recomendaciones:

1. Reconoce la situación: Aceptar que te sientes solo/a es el primer paso. Analiza tus emociones y busca soluciones. Puedes comunicarte con tu entorno o buscar ayuda profesional.
2. Redes sociales y aplicaciones: Utiliza las redes sociales para ampliar tu círculo de amistades y retomar contactos. Además, explora aplicaciones diseñadas para conectar a personas con intereses comunes.
3. Participa en actividades afines: Únete a grupos o eventos relacionados con tus aficiones. Esto te permitirá conocer gente nueva y compartir experiencias.
4. Reconecta con personas conocidas: A veces, retomar el contacto con viejos amigos o familiares puede ayudar a combatir la soledad.
5. Explora pasatiempos en casa: Dedica tiempo a actividades como la lectura, la pintura o la música.

Para las personas mayores, aquí hay recomendaciones adicionales:

• Participa en programas de voluntariado.
• Únete a asociaciones culturales o deportivas.
• Realiza cursos o talleres de bailes, nuevas tecnologías o hobbies.
• Viaja junto a otras personas con intereses comunes.
• Involúcrate con tu Junta de Vecinos y Club de Adultos Mayores.

Recuerda que la soledad no es inevitable. Combina actividades digitales con experiencias en persona para mantener un equilibrio saludable.

Fuente: Organización de Apoyo a la Salud Mental : Fuente: Instituto Nacional de las Personas Mayores